Si ves que en tu localidad hay demanda de transporte de personas, si tú mismo esperas mucho tiempo por un taxi, los precios son altos y la demanda es fuerte, ¡no lo dudes! Llena ese vacío con tus servicios. Hay algunas cosas por las que debes empezar.
Si ya eres un taxista registrado, pasa al siguiente punto.
En la mayoría de los países necesitas una licencia o permiso para transportar personas. Debes tener al menos 18 años (en algunos países 21), una licencia de conducir (normalmente con al menos un año de antigüedad), no tener antecedentes penales y aprobar exámenes médicos y psicológicos. A menos que solicites una licencia de taxi en Nueva York, el proceso debería tardar entre 2 y 3 días. Revisa la normativa local, contacta con la oficina correspondiente y completa el proceso.
También necesitarás un vehículo adecuado para el transporte de personas, con seguro y señalización adecuada, lo cual varía según la región. Contacta con tu ayuntamiento y aseguradora para más detalles.
Los costes iniciales pueden ser altos, pero si ya tienes la licencia y el vehículo listo, sólo te quedarán los costes de marketing y de sistema de gestión. Si cuentas con presupuesto, crea una flota, contrata conductores y define tu modelo de negocio.
Debes decidir cómo vas a gestionar a tus conductores. Lo mejor es definirlo desde el principio. Una opción es contratarlos con horario y salario fijo. Esto tiene ventajas y desventajas: asumirás los costes de seguridad social y estarás sujeto a la legislación laboral. Por otro lado, tu operación será más organizada: los empleados seguirán un horario y valorarán los beneficios. Otra opción es colaborar con conductores independientes. Pueden comprarte viajes o pagar una suscripción mensual para usar tu base de datos y logotipo, operando como autónomos. Así evitarás costes laborales, aunque tendrás menos control sobre su tiempo de trabajo.
Si hay demanda pero pocos taxis en tu zona, bastará con anuncios en Google, una ficha en Google Maps y una web sencilla. Usa frases locales como “taxi barato [ciudad]”. Crea una historia, como un taxi para estudiantes, mayores o servicio premium. Cuéntala en redes sociales y promociones.
Si estás creciendo o quieres lanzar a lo grande, necesitas un sistema logístico y una app móvil. No es necesario crearlos desde cero: hay soluciones white-label que puedes adaptar a tu marca.
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No basta con llevar personas del punto A al B. Vehículos limpios, conductores amables, respuesta rápida y un sistema de valoraciones son clave para fidelizar clientes y tener éxito a largo plazo.
Si tu empresa ya es rentable a nivel local, piensa en expandirte: más vehículos, nuevas ciudades, servicios como taxi VIP, corporativo o con niños. También puedes considerar franquiciar tu modelo. Iniciar un negocio de taxi es una gran idea donde la demanda supera la oferta. El éxito depende de la estrategia, del cumplimiento normativo, de las herramientas adecuadas y, sobre todo, de ofrecer una experiencia excelente. En este sector no gana el más barato, sino el que ofrece el mejor servicio.